Desgarro muscular: remedios naturales y consejos de la abuela

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Desgarro muscular: remedios naturales y consejos de la abuela

Desgarro muscular: remedios naturales y consejos de la abuela

Desgarro muscular: remedios naturales y consejos de la abuela

¿Qué hacer con un desgarro muscular? Veamos cuáles son los remedios naturales más efectivos y repasemos los viejos consejos de la abuela.

Generalmente, un desgarro muscular se produce tras un esfuerzo especialmente intenso, ya sea laboral, deportivo o casual. En pocas palabras, es una distensión traumática o un alargamiento de músculos o tendones. Puede ser aguda o crónica. En el primer caso, la causa suele estar relacionada con un movimiento brusco o irregular, mientras que en el segundo se desencadena por una actividad repetida y prolongada, por ejemplo un esfuerzo relacionado con las funciones laborales. Los principales síntomas , además del dolor., son hinchazón local, espasmos musculares y movilidad reducida de la zona afectada. En la mayoría de los casos, al menos cuando las molestias no son intensas, un desgarro no requiere tratamiento médico y puede contrarrestarse con remedios naturales muy efectivos.

Sin duda, el primer aliado contra la tensión muscular es el descanso . Esto no significa que deba permanecer inmóvil en la cama, pero debe evitar la actividad física intensa hasta que se resuelva el problema. Varias veces al día puedes aplicar la bolsa de hielo sobre la zona afectada, dejándola actuar durante al menos 20 minutos. Alternativamente, use vendajes elásticos para comprimir el desgarro, pero tenga cuidado de no apretarlos demasiado. Si siente que el área afectada se adormece o aumenta el dolor, retírelos de inmediato. Además, recuerda sujetar la extremidad en cuestión durante un tiempo, para disminuir la hinchazón.

Desgarro muscular: remedios naturales efectivos

Un desgarro muscular se puede contrarrestar tomando jengibre y cúrcuma , tanto en forma de infusiones como de especias para dar sabor a los platos. Como crema de masaje, en cambio, se recomienda especialmente la árnica montana . Como alternativa, también son válidos el harpagofito y el gel de aloe vera . Como conclusión, cabe recalcar que cuando el dolor no disminuye, es recomendable buscar la opinión del médico, quien podría recomendar otras pruebas y tratamiento específico.

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