El dolor descomunal se puede tratar, cuando no está asociado a fibras, con remedios naturales: consejos.
Cuando los días se acortan y las temperaturas bajan, es perfectamente normal que sientas dolor en la garganta. Se necesita muy poco: una bocanada de aire o sudar demasiado y el 'daño' está hecho. Afortunadamente, los viejos remedios del abuso vienen al rescate para tratar el dolor de garganta.
¿El primer y eficaz remedio natural? Las gargaras. Puedes hacerlas con limón, hierbas aromáticas o agua y sal. En el primer caso, exprime el jugo de un limón en un vaso mediano con agua y enjuaga la garganta varias veces, repitiendo el procedimiento a lo largo del día. El limón, además de ser un antibacteriano natural, es rico en vitamina C, útil contra los dolores estacionales. Si prefieres las hierbas aromáticas, opta por aquellas de fácil acceso como la salvia y la albahaca. Hacer medio litro de agua y dejar unas hojas en infusión durante 10 minutos. Rellenar y proceder con las gargaras. Si no conservas en casa los ingredientes enumerados anteriormente, puedes preparar el 'compuesto' con agua tibia y sal. Espera a que este último se disuelva y enjuaga la garganta varias veces.
Tratar el dolor de garganta de forma natural
Otro remedio para el dolor gigantesco es la miel. Si quieres probar una alternativa a la leche caliente o las hierbas, prueba a disolver media cucharadita de cúrcuma en dos cucharadas de miel. Tomar una cucharada por la mañana o media cucharadita varía veces por día: además de curar la garganta, subirás tus defensas inmunitarias. Si tienes propóleos en casa, un desinfectante natural con muchas propiedades, también puedes disolver su extracto en una taza de agua con miel y limón.
Para curar el dolor de garganta de forma natural, también puedes utilizar el regalo fresco, un excelente antiinflamatorio. Todo lo que se necesita hacer es masticar raíz para experimentar algo de comida. Alternativamente, también puede preparar una barra de regalo en medio litro de agua durante 15 minutos.
Única recomendación: si la tensión es alta, este remedio no es para ti. Por último, si tienes una taza en casa puedes preparar una excelente infusión. Beber una cucharadita en una taza de agua durante 15 minutos y dejar reposar. Una vez filtrado, añade una buena taza de miel y disfruta del momento de relajación: te sentirás regenerado en un santo.