.jpg)
El jengibre es uno de los remedios tradicionales para el control de la hipertensión. Sus bondades se le atribuyen a sus compuestos anticoagulantes y vasodilatadores; los cuales ayudan a mejorar el paso del flujo sanguíneo a través de las arterias.
Contiene antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales que, en conjunto, ayudan a eliminar las toxinas y líquidos que influyen en el aumento de la presión. De hecho, una revisión bibliográfica realizada por Phytotherapy Research demostró que el jengibre disminuye la presión arterial sistólica y diastólica cuando se consumen más de 3 gramos diarios, aunque son necesarios más estudios.
Ingredientes
- 1 cucharadita de jengibre rallado (5 g).
- 1 taza de agua (250 ml).
Preparación
- Primero, vierte una taza de agua en una olla y ponla a hervir.
- Cuando llegue a ebullición, agrégale el jengibre rallado y reduce el fuego. Mantenlo así por 2 minutos.
- Pasado este tiempo, deja que la bebida repose a temperatura ambiente hasta que esté tibia.
Modo de consumo
- Cuela la infusión y consúmela en ayunas.
- Repite su ingesta 2 o 3 veces al día, después de comer.